Para comenzar, necesitarás una esponja de maquillaje como las que usas para aplicar base. Elige tres esmaltes de colores complementarios y aplica tres franjas bien definidas de cada uno en la esponja. La idea es que los colores se superpongan, por lo que debes calcular que las tres franjas quepan en tu uña.
Presiona suavemente la esponja con los colores sobre tu uña, moviéndola hacia arriba y abajo. Los tonos debieran mezclarse y fijarse en tu uña. Repite varias veces pero deja que los esmaltes se sequen cada vez que lo hagas.
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Finaliza con un sellante transparente encima. Si los colores quedaron con relieve, aplica varias capas de top coat para emparejar. La idea de este último paso es prevenir que el color se salte.
Y ya estás lista! Un verdadero atardecer de colores logrado sólo en 4 pasos.