1. PUBERTAD
El mayor cambio hormonal que experimentan las mujeres es cuando llega la pubertad. Esto sucede cuando el cuerpo comienza a producir estrógenos y andrógenos – como la testosterona – en mayor cantidad. Naturalmente, esto afecta el cuerpo y la piel de forma drástica.
Los estrógenos funcionan perfectamente para la piel, creando una superficie lisa y suave. Ayudan a producir colágeno y elastina, proteínas que hacen que la piel tenga resiliencia y elasticidad. Finalmente, también ayudan a la piel a recuperarse y mantenerse hidratada. Seguro te estás preguntado: "Si los estrógenos son maravillosos, ¿cómo es que los adolescentes sufren los peores casos de acné?" Bueno, desafortunadamente, los estrógenos no son las únicas hormonas presentes.
Si los estrógenos tienen efectos casi milagrosos en la piel, la testosterona hace todo lo contrario. El aumento en los niveles de testosterona provoca poros abiertos y piel grasa, debido a la producción potenciada de sebo. Y durante el ciclo menstrual – el cual suele suceder en la pubertad – los niveles de hormonas son irregulares, lo cual significa que nuestro cuerpo tiene un alto nivel de estrógenos algunos días y otros, domina la testosterona. Como resultado de esta alteración, las paredes de los folículos se hinchan y capturan el exceso de grasa. Y ¡boom!, vienen años de inevitables brotes.
Pero, ¿qué pueden hacer los adolescentes para combatir los problemas de la piel en la pubertad? Existen tres acciones clave para combatir el acné: limpiar para eliminar el exceso de grasa e impurezas, exfoliar para eliminar poros obstruidos y usar un gel hidratante ligero para evitar agraviar el problema. Conoce más en nuestra editorial: Secretos de la piel para adolescentes.
Nosotros recomendamos usar la línea Pure Skin.
2. EMBARAZO
El otro gran cambio hormonal ocurre durante el embarazo. El aumento en los niveles de estrógenos hace que algunas mujeres a experimenten el famoso "resplandor del embarazo": exceso de brillo en la piel y en el cabello. ¡Muy afortunadas!
Pero también están las que experimentan un sinfín de problemas, por ejemplo, la decoloración de la piel. Manchas oscuras o incluso grandes áreas de la piel pueden cambiar de color debido a los cambios hormonales que tienden a incrementar la producción de melanina. La melanina, es nuestra defensa natural frente a la exposición solar y los pigmentos que dan el color a la piel. Por lo que, a mayor presencia de melanina, más oscura será nuestra piel. El melasma – también conocido como máscara del embarazo – es un claro ejemplo de este fenómeno. Se trata de manchas irregulares presentes en las áreas del rostro que están más expuestas al sol – como mejillas, nariz, y frente.
¿Qué podemos hacer para combatir estos casos en el embarazo? Aplicar un protector solar antes de nuestra crema de día y re-aplicarlo cada dos horas. Opta por usar una base de maquillaje con FPS. Y para eliminar esas molestas decoloraciones, recomendamos usar la línea NovAge Bright Sublime, pues se encarga de reducir y prevenir la aparición de manchas oscuras.
3. MENOPAUSIA
El tercer y último gran cambio hormonal, se presenta en la menopausia. Aquí es donde los niveles de producción de estrógenos y progesterona disminuyen dramáticamente. Podríamos decir que la menopausia es todo lo contrario a la pubertad y algunos de los síntomas son prácticamente los mismos.
Una vez más, algunas mujeres sufren problemas de acné. Y de nuevo, suceden debido a cambios hormonales. A medida que los niveles de estrógeno disminuyen, no hay nada que impida que la testosterona esté presente. Por lo que, ésta se convierte en dominante, provocando la obstrucción de poros con grasa, debido a la resequedad de la superficie de la piel. La buena noticia es que las mujeres adultas suelen sufrir menos brotes de acné que los adolescentes. La mala noticia es que el acné puede ser más profundo y más inflamado, ya que las propiedades des inflamatorias de los estrógenos también son menores. Otro malestar de la piel que puede reaparecer en la menopausia es el melasma. Los años de exposición al sol tienen un efecto acumulativo en el tono de la piel y las pequeñas manchas de sol se convierten en manchas permanentes de la edad.
Desafortunadamente, no termina aquí. Dado a que los estrógenos son un elemento crucial de muchos procesos de embellecimiento de la piel, su pérdida da lugar a cambios visibles. La piel pierde elasticidad, volumen y firmeza debido a la baja producción de colágeno. También pierde brillo a medida que la rotación epidérmica se disminuye. Esto significa que la producción de nuevas células de la piel y la regeneración natural ocurren a un ritmo más lento. Además, la piel se reseca mucho, pues suele perder la capacidad de retener la hidratación. Todos los anteriores son los efectos de los bajos niveles de estrógenos, pero también son signos normales de la edad, que suceden gracias a cambios hormonales. Así que, en realidad, la piel se ve afectada por ambos: ¡las hormonas y la edad!
¿Qué pueden hacer las mujeres para combatir los problemas de la piel que se presentan durante la menopausia? Sonará obvio, pero la mejor forma de afrontar los signos de la edad, es usar una línea de cuidado facial desarrollada especialmente para pieles maduras. Pues es necesario que actúe sobre los decrecientes niveles de colágeno, tratando la pérdida de firmeza y contorno, combatiendo las profundas líneas de expresión y la resequedad. La piel también necesitará ayuda para lidiar con los brotes causados por la producción de melanina. Nosotros recomendamos la línea Time Restore con Genisteína de Soya que mejora los problemas más comunes de la piel postmenopáusica. Conócela aquí.